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El líder estaba llevando el rumbo de su empresa en un mar complicado. Cuando parecía que empezaba a surcar la ola de la innovación y la transformación digital se ha visto arrollado por un tsunami de nombre desconocido: el Covid-19. O como declamaba Mario Benedetti utilizando una frase que otro poeta había visto en una tapia de Quito: ”Cuando sabíamos las respuestas nos cambiaron las preguntas».
En nuestro trabajo diario con líderes empresariales hemos podido conversar con cientos de CEOs y altos directivos en el apasionante reto de buscar y ayudar en su desarrollo el mejor talento directivo del mercado. En estas últimas semanas hemos realizado una amplia encuesta con más de 1.000 de estos primeros ejecutivos para analizar varios aspectos de gran importancia.
Nadie es perfecto ni se puede pedir a un directivo que lo sea. Además, el concepto de perfecto, si existiera, es relativo a un contexto que está sujeto a cambios.
En la encuesta preguntamos sobre cuáles serán las competencias más importantes en un futuro cercano en el nuevo contexto surgido como consecuencia de la pandemia.
Partimos de una noción para nosotros importante. La calidad del liderazgo se mide por la capacidad de alinear e integrar a toda la organización hacia un objetivo compartido. Objetivo compartido que además es producto de un análisis estratégico riguroso y de una conversación frecuente y relevante con el equipo directivo.
"El 30% destacan la importancia de valores como la ejemplaridad, solidaridad, cercanía, humildad, optimismo y valentía."
Las contestaciones a la encuesta nos permiten dibujar un retrato de las competencias directivas que serán más importantes para transitar por las aguas turbulentas de los próximos años. El retrato robot es el siguiente:
1. Liderazgo fuerte e integrador con capacidad de motivar, inspirar y unir a las personas. Exigencia y cercanía es una combinación que funciona. La complejidad hace cada día más necesario el liderazgo de un equipo diverso, complementario y colaborativo.
2. Visión estratégica a medio/largo plazo revisable a corto. Para alinear a una organización se han de definir prioridades de corto y largo plazo y revisarlas con la frecuencia que exija el ritmo de cambio del mercado. En simultáneo hay que alinear estructuras, culturas, sistemas de refuerzo de la conducta y variables similares. La crisis pide más sabiduría práctica en los líderes: esa mezcla de prudencia, equilibrio y sentido práctico a la hora de articular prioridades y de alinear su organización.
3. Flexibilidad y gestión del cambio. El mercado es fluido y la continua adaptabilidad a los cambios requiere una organización con más conocimiento compartido y con mayores niveles de delegación. Las estructuras en forma de red pueden convivir con las estructuras en forma de red.
4. Valores y ejemplaridad: solidaridad, cercanía, humildad, optimismo, valentía. Los valores son creencias a través de las cuales se interpreta la realidad y se elige el perfil de conductas. Liderar con el ejemplo nunca ha sido más necesario. El ejemplo hace y legitima al líder. Dirigir es enseñar conocimientos, competencias, actitudes y creencias valiosas
5. Resiliencia y gestión de la adversidad. La adversidad se vence con foco (en lo que se tiene, no en lo que no se tiene; y en lo que uno puede hacer, no en lo que otros han de hacer), razones de peso por las cuales vale la pena exigirse y con iniciativas que desbrocen una posible solución. La resiliencia se construye con mecanismos de defensa que rebajan el sentimiento de la presión exterior, y a la vez permitan el desarrollo de buenos hábitos cognitivos, emocionales y de conducta.
6. Innovar en la era digital. La batalla en los mercados son batallas entre modelos de negocio. El futuro es digital. La innovación digital de los modelo de negocio es una tarea en la que los líderes han de convocar al talento interno y externo.
7. Toma de decisiones. La mejora del proceso de toma de decisiones es una tarea pendiente. Los directivos están también sujeto a los sesgos y distorsiones cognitivas. Se necesitan datos, no muchos. sino apropiados para la naturaleza de la decisión que se ha de tomar.
8. Eficiencia y orientación a resultados. La viabilidad de las empresas se juega en la efectividad y en la eficiencia en el corto y largo plazo. Este líder eficiente debe saber gestionar en primer lugar su recurso más escaso: el tiempo. Y también el de su equipo cercano sabiendo manejar las reuniones y su agenda personal y relacional.
9. Colaborador y trabajador en equipo, liderando en red, de forma transversal y multifuncional. La coordinación y la confianza mutua genera colaboración. Las estructuras jerárquicas y de control son insuficientes. Parte del trabajo de los líderes es conectar en forma de red el conocimiento disperso que se encuentra en la organización.
10. Comunicación, con capacidad de escucha. La claridad en la visión y la cohesión en el equipo directivo quedarían limitadas si no se añade comunicación y capacidad de escucha. Un líder ha de saber contar relatos creíbles, relevantes, diferenciales y emocionales.
En la encuesta aparecen relegadas como competencias menos importantes las habilidad de influencia, la creación de redes profesionales, el desarrollo personal y la integración de la vida profesional con la personal.
Y un último mensaje para la esperanza porque no debemos olvidar a Churchill cuando nos recordaba con su flema británica que “los pesimistas ven las dificultades ante cada oportunidad. Los optimistas ven las oportunidades ante cada dificultad”.
Autores: Antonio Núñez/ Luis Huete son Senior Partner de Parangon Partners/ Profesor extraordinario de IESE Business School
Gente Buena y Buena Gente de Antonio Nuñez
En tiempos de incertidumbre el liderazgo muestra lo mejor y lo peor de cada uno y es imprescindible para la seguridad. Muchas empresas no contaban con un plan real de crisis y contingencia ante la situación imprevista que ha generado el Covid. Por ello, muchas de ellas han formado un comité de crisis para decidir sobre el negocio y las personas. ¿Cómo tiene que actuar el líder frente a la nueva situación? En estas últimas semanas hemos realizado con Luis Huete, del IESE, el estudio Cómo el Covid está cambiando el perfil y la agenda de los CEO, con una amplia encuesta a más de 1.000 consejeros delegados para analizar varios aspectos de gran importancia. Las contestaciones permiten dibujar un retrato de las competencias directivas del CEO que serán más importantes para transitar por las aguas turbulentas de los próximos años. El 30% destaca la importancia de valores como la ejemplaridad, la solidaridad, la cercanía, la humildad, el optimismo y la valentía.
El ejemplo resulta hoy más que nunca un imperativo del liderazgo. Si un equipo necesita tener un referente nadie mejor que su propio CEO para conseguir que se repitan los patrones. El liderazgo consiste en ser un ejemplo de coherencia entre lo que se propone y la manera de conseguirlo. Es lo que Antonio Urcelay, que fue CEO de ToysRUs, piensa cuando se refiere a la necesidad de que un consejero delegado sea "un potenciador de talentos ajenos e inspiración para los demás".
Todos nos equivocamos, no hay nadie infalible, pero si un líder quiere crecer debe aceptar que comete errores. La crítica constructiva siempre enriquece y genera empatía. La relación entre la crítica constructiva y la humildad es evidente.
La capacidad de convicción es una de las habilidades más deseadas. En la antigua Grecia, Aristóteles encontró una definición de lo que entendíamos por retórica, definiéndola como "el arte de descubrir, en cada caso en particular, los medios adecuados para la persuasión". El liderazgo es influencia; que se ejerce sobre las personas y que permite incentivarlas para que trabajen de forma entusiasta por un objetivo común.
De la misma forma que el líder se compromete es deseable un espíritu de servicio. Es decir, que el líder sea también un servidor. Podríamos definirlo como su vocación de servicio hacia el bien de los demás, tanto por la parte global de la empresa como por la individual.
El nivel de transparencia de algunas entidades ha sido mejorable y por ello, los primeros que han de dar muestras del nivel de integridad que hay en las compañías son sus líderes. La honestidad debe ser la base fundamental de cualquier gestión.
Asimismo, el sacrificio también ha sido una virtud que se ha ido apagando durante estos últimos años. El espíritu de sacrificio y la capacidad de superación representan un activo importante para afrontar los retos futuros con las mayores garantías.
En cuanto el ámbito personal, destaca la reflexión de Bill Derrenger que reconoce que el líder debe priorizar tres valores: integridad, reciprocidad y amor. Según él: "El amor es actuar para que los demás sean felices. Trabajo para que mis accionistas, mi jefe, y mis colaboradores sean felices. No es un estilo de liderazgo blando".
Se trata, pues, de fomentar esos valores. En mi experiencia como 'head hunter' considero que las cualidades y valores personales a veces tienen más peso si cabe que los conocimientos técnicos o la experiencia.
En cualquier caso, aún en el supuesto de un equilibrio perfecto entre el perfil profesional y personal de un directivo, existe una amenaza real en la gestión de los valores descritos: la impostura. La tentación de actuar conforme a lo que dictan los cánones de ética y transparencia sin incorporarlos de manera real al fuero interno. Soy más partidario de una verdadera educación en valores que de una prolija regulación por parte del Estado. Y la única manera de sortear esta sima es con el compromiso por una excelencia integradora. Creo que una organización es tan excelente como el empeño que pone en que toda su cadena de valor aspire a la misma excelencia.
A pesar del entorno y la incertidumbre, considero que estamos en un momento para ganar en resiliencia y valores, y poder ejercitar un optimismo humanista basado en la oportunidad que genera toda crisis. Porque como nos aconsejaba Pascal Bruckner, escritor y pensador francés "las arrugas del alma son las enfermedades más graves que hay".
Antonio Núñez Martin
¿Cómo lograr independencia financiera más fácil y rápido de lo que tú pensabas?. Según la Ley de Acción y Reacción, a acciones iguales corresponden reacciones iguales. Por tal motivo, basta con seguir los pasos de las personas que se han vuelto millonarias por esfuerzo propio, para obtener los mismos resultados que estas.
Probablemente el 99% de todas las personas que son exitosas financieramente empezaron sin dinero, no son descendientes de los Rockefeller, ni heredaron enormes fortunas, sino que lograron crear su riqueza por ellos mismos, empezando de cero. Muchos de ellos lograron su éxito económico creando sus propias empresas.
La mayoría de ellos han fracasado una y otra vez antes de encontrar la oportunidad adecuada para lograr el éxito financiero. Su éxito ha sido el resultado de no darse por vencidos y persistir hasta alcanzar las metas y los objetivos propuestos. No obstante, la mejor noticia es que las mismas ideas y principios que les permitieron a estas personas llegar a convertirse en millonarios le permitirán a usted obtener el mismo resultado si las aplica con disciplina y perseverancia.
Según estos millonarios que han logrado construir su propia fortuna partiendo de cero, existen 21 Secretos Para Lograr el Éxito. Cada uno de estos secretos es indispensable para lograr la independencia financiera. La ausencia de cualquiera de estos factores puede socavar e incluso destruir sus opciones de tener salud, felicidad y gran prosperidad.
Usted puede aprender cada uno de estos principios por medio de la práctica. Para interiorizarlos y hacerlos parte de su naturaleza, debe repetirlos una y otra vez, hasta que se vuelvan tan naturales, como respirar. No hay límites para lo que usted pueda lograr, excepto los que usted se imponga.
A Continuación los 21 Secretos del Éxito de los milllonarios que crearon sus propias fortunas:
1. Sueña con grandes cosas. Permítete soñar con el tipo de vida que quisieras tener. Determina cuánto dinero deberías ganar para poder llevar el estilo de vida que deseas.
2. Desarrolla un claro sentido de la orientación. Las cosas en las que normalmente se piensa, y el modo en el que se piensan, son dos de los factores que más influyen en lo que le sucede a uno. Piensa constantemente en tus metas para mantenerte más cercano a ellas. Identifica lo que deseas en cada área de tu vida. Establece una fecha límite para cada una y enumera lo que debes hacer para alcanzarla. Luego, organiza la lista como si fuera un plan de acción, y llévalo a cabo ahora. Haz diariamente algo que te acerque a tu meta principal.
3. Considérate tu propio empleado. Tú eres el responsable de lo que pasa en tu vida; por lo tanto, si hay algo que no te gusta, tú eres el responsable de cambiarlo.
4. Haz algo que te encante. Identifica algo para lo que estés dotado naturalmente y que te encantaría hacer, y dedícate de lleno a ello. Recuerda que si haces lo que te gusta, entonces ya no es un trabajo.
5. Comprométete con la excelencia. Proponte ser el mejor en lo que hayas escogido hacer.
6. Trabaja más y con mayor tesón. Puesto que todas las personas que se han vuelto millonarias por su propio esfuerzo, trabajan con tesón, tú también deberías hacerlo. Trabajar con tesón significa: empezar más temprano, quedarse hasta tarde y trabajar más intensamente.
7. Dedica toda tu vida a aprender. Aprende y mejora constantemente todo lo que puedas en el campo que hayas elegido. Considera que tu cerebro es un músculo que se desarrolla más y más con el uso.
Las tres claves para dedicar toda la vida al aprendizaje son:
8. Págate primero a ti mismo. Comprométete a ahorrar e invertir por lo menos 10% de tus ingresos. Toma el 10% de cada pago que recibes y deposítalo en una cuenta destinada exclusivamente a la acumulación financiera.
9. Conoce tu negocio al detalle. Aprende a realizar mejor tu trabajo, y conviértete en un experto en tu área. De este modo, llegarás a la cima. Para tal fin, mantente al corriente de las últimas revistas y libros acerca de tu área.
10. Dedícate a atender a los clientes. Mientras más sirvas a otras personas, mejor será tu retribución. El servicio al cliente es de suma importancia.
11. Sé absolutamente honesto. Tomar la delantera requiere de una reputación de absoluta integridad, ya que todos los negocios exitosos han sido construidos sobre la confianza.
12. Concéntrate en tus prioridades. Aprender a establecer prioridades con regularidad y a alcanzarlas, te permitirá lograr casi siempre tus objetivos.
13. Desarrolla una reputación de rapidez y confiabilidad. Hoy en día, la gente quiere resultados inmediatos. Por tal motivo, es preciso desarrollar una reputación de rapidez y de disposición a la acción. La celeridad te permitirá atraer nuevas oportunidades.
14. Escala cima a cima. Al igual que los escaladores de montañas, deberás bajar de una cima para poder escalar otra. Dado que el mundo de los negocios responde a períodos cíclicos, encararás constantemente altibajos. Desarrolla una perspectiva a largo plazo, y planifica con dos años de antelación. De este modo, te sentirás más cómodo cuando te encuentres en el camino con un valle.
15. Practica la autodisciplina en todo. El éxito está prácticamente asegurado si logras imponerte la disciplina de hacer lo que se debe hacer, cuando lo debes hacer, aún cuando no te provoque.
16. Desata tu creatividad innata. Los tres factores que estimulan la creatividad son: las metas intensamente deseadas, los problemas apremiantes y las preguntas bien enfocadas. Mientras más te concentres en alcanzar tus metas, resolver tus problemas y responder preguntas difíciles, más astuto te volverás. De este modo, tu creatividad mejorará y tu mente se volverá más poderosa. La esencia de la creatividad es la mejoría: mientras más trates de mejorar, más creativo te volverás.
17. Rodéate de la gente adecuada. Mientras más gente conozcas, más exitoso serás y avanzarás más rápido. Trata de asociarte con gente positiva, y aléjate de las personas negativas.
18. Preocúpate por tu salud física. Es posible aspirar a vivir 80 años o más en la medida en que se mantenga la salud física necesaria para ser exitoso profesionalmente. Mantén el peso adecuado, sigue la dieta adecuada y ejercítate regularmente.
19. Sé resuelto y está dispuesto a la acción. Las personas que se han vuelto millonarias por esfuerzo propio piensan cuidadosamente y toman decisiones rápidamente.
20. Nunca permitas que el fracaso sea una opción. El miedo al fracaso, no el fracaso mismo, es el mayor obstáculo del éxito. El fracaso hace más fuertes y determinadas a las personas, mientras que el miedo al fracaso las paraliza. Así pues, lleva a cabo aquello a lo que le tienes miedo. Actúa osadamente y descubrirás que fuerzas ocultas vendrán en tu ayuda.
21. Pasa la prueba de la persistencia. Independientemente de lo que ocurra, no te rindas. Mantente dispuesto a insistir, sin importar las dificultades, las desilusiones y los retrasos. Las crisis recurrentes son inevitables y surgen cada cierto tiempo. Cuando se reacciona con efectividad y positivamente, se adquiere fortaleza y método.
Fuente: Basado en el libro Los 21 Secretos Sobre Como los Millonarios Crearon sus Propias Fortunas de Brian Tracy
«Los pesimistas no son sino espectadores; son los optimistas quienes transforman el mundo» Guizot.
El Espíritu Positivo es una actitud realista que identifica y valora lo positivo de las situaciones y de las personas y que lleva a vivir de modo animoso y alegre. El espíritu positivo forja un modo de ser entusiasta, emprendedor y dinámico.
La persona con espíritu positivo confía, razonablemente, en sus propias posibilidades y en la ayuda que le pueden prestar los demás, de tal modo que en cualquier situación distingue, en primer lugar, lo que es positivo en sí, las posibilidades de mejora que existen y, a continuación, las dificultades y obstáculos que puedan surgir, aprovechando lo que se pueda y afrontando lo demás con deportividad y alegría.
Este valor supone ser optimista, es decir, mirar la realidad desde la óptica de lo que se es y de lo que se tiene, por encima de las limitaciones. Ante los obstáculos, la persona positiva no asume una actitud derrotista, sino, por el contrario, trata de sacar provecho de la situación adversa, ve las dificultades como retos y oportunidades.
El espíritu positivo no es ciego, no crea falsas realidades; tampoco es inmediatista, pues de lo contrario caería en el desánimo. Más bien trata de sacar provecho de la realidad, por dura que sea, y camina con seguridad y optimismo hacia una meta u objetivo.
"Un optimista ve una oportunidad en toda calamidad; un pesimista ve una calamidad en toda oportunidad"
Winston Churchil
Fuente: Trabajar Bien, Vivir Mejor de Regino Navarro Ribera.
Hace unos meses escuchaba a un entrenador que decía de un jugador del equipo rival: «es un jugador determinante porque cuándo está en el campo hace mejores a los demás». Hace días se estrena la canción de un famoso cantante cuyo nueva tema dice: tú me has hecho mejor de lo que era…
Al leer estas dos frases me vienen a la cabeza un montón de personas con nombre y apellido a las que les podría decir: tú me has hecho mejor de lo que era... porque has creído en mí de una manera que nadie hacía, porque has sido capaz de mirar en mí más allá de lo que yo veía, porque me has ayudado a avanzar mucho más de lo que jamás podría soñar. Y es el momento de agradecer cada una de estas presencias en mi vida.
Y es aquí donde no podemos dejar de ver cada una de estas presencias que sanan, que resucitan, que generan vida, al estilo de Jesús que pasó por la vida haciendo mejores a los que se encontraba. Y hoy lo sigue haciendo con cada uno de nosotros. Sintamos esa presencia que nos alienta, nos acompaña, nos da vida y seamos a la vez personas que cuando salen al campo de la vida hacen mejores a las personas con las que se encuentran.
Autor: Agus Couto Picos